Frente a las denuncias que se
realizaron este fin de semana por el negociador de las Farc en la Habana
Humberto de la calle, quien afirma que su correo electrónico y algunas comunicaciones
de su celular han sido infiltradas.
Debe rechazarse todo tipo de entre
mano oscura que quiera interrumpir con el Proceso de Paz, que se adelanta entre
el Gobierno Nacional de Colombia y el grupo armado Farc. Es reprochable que
esta situación se siga repitiendo. De ser cierto esto se comprobaría que los
alcances para seguir haciendo daño al país no tienen límite. Sera que aún no se
comprendido que cualquier tipo de juego suicido que se trate de manejar traerá consigo
una arremetida contra la población civil, que siempre ha resultado ser la más
afectada.
Se sabe que este proceso tiene consigo
muchos contradictores, que están dispuestos a buscar su punto de quiebre. A la situación
se le suma los momentos complejos y sombríos que ha atravesado, pero sin aun traer consigo una decisión que confirme que el
tiempo de conflicto con este grupo guerrillero puede llegar a su fin. Hoy Colombia
vive de especulaciones, lo que permite que agentes externos al proceso quieran
descubrir que está pasando y lo más preocupante a qué precio están dispuestos a
conseguirlo.
Es hora que tanto los negociadores
de las Farc y el Gobierno, tome la decisión de hacer ver que estas negociaciónes
van en serio, porque mucho es lo que se habla y poco lo que se cumple. No puede
ser posible que las Farc sigan planteando exigencias mientras el país siga
sufriendo de arremetidas.
Es hora de igualar el juego que
incluye más seguridad frente al proceso
de paz, pero a la vez más transparencia con el país, frente a los actos que se estén
planteando. Y con esto se llega a la conclusión de que si nada hay por esconder,
nada habrá por infiltrar.